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Los estragos han sido económicos, pero también en el entorno familiar y laboral, señalan especialistas y papás.
Apunto de cumplirse un año del primer contagio de covid-19 detectado en México y a diez meses de que las guarderías de la Ciudad de México permanecen cerradas, la Asociación de Guarderías Privadas de la Ciudad de México clama por su apertura.
Pero los estragos no han sido solamente del orden económico, padres de familia y especialistas señalan cómo se trastornó el entorno familiar y laboral.
“Íbamos a reaperturar, inclusive se hizo el anuncio de que guardería regresábamos en junio, se hicieron todos los cursos por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social, todo esto estaba anunciado y de repente fuimos catalogadas como escuelas y por lo tanto ya no nos dieron oportunidad de abrir, de acuerdo con el semáforo epidemiológico en la Ciudad de México, pero a nivel federal seguimos siendo actividad esencial, inclusive en la página de la Nueva Normalidad de la Ciudad de México también seguimos en la categoría de actividad esencial”, detalló Tania González, representante de la Asociación de Guarderías Privadas de la Ciudad de México.
“Las guarderías particulares representan 67 por ciento de las que hay en Ciudad de México. Nosotros (los agremiados a la asociación) atendemos 27 por ciento de niños (en edad de guardería). Sí es un porcentaje alto que requiere ese cuidado porque trabajan los padres de familia en actividad esencial o siguen laborando”.
La pedagoga María Elena Contreras consideró que el confinamiento ha sido complejo tanto para menores como para adultos, para quienes no ha sido fácil alternar sus actividades laborales con las educativas y del hogar.
“Están combinando la atención de los hijos con su trabajo y de alguna forma tienen que enfrentar de una manera empática la pandemia. Las relaciones sociales no las podemos suplir, todos tenemos la necesidad de explorar, de ponernos en contacto con el exterior y esto ha sido difícil”, señaló.
Liz López, maestra de secundaria y madre de una menor, señaló que la pequeña ha tenido episodios de ansiedad debido al encierro.
“Cómo mamá es muy complicado porque al ser docente y tener ese compromiso con los chicos, la verdad es que deja uno de lado a sus propios hijos”.
DIFICULTADES DIARIAS
Fernanda y su esposo tienen dos hijos. Antes de la pandemia los llevaban a la guardería de las 08:00 a las 17:00 horas.
Desde marzo pasado la pareja trabaja en casa y los pequeños ya no van a la guardería. Los papás hacen malabares entre juntas de trabajo, la pequeñita de un año –que siempre quiere jugar– y las clases por Zoom para el niño de tres años.
“Antes de la pandemia yo no sabía cocinar y tuve que aprender, y pues hay que hacer desayuno, comida y merienda; estar en el trabajo y a veces me ponen juntas a la 1 y 2 de la tarde, justo cuando los niños tienen que comer”, contó Fernanda.
Su esposo también aprendió a cocinar y ahora entre semana él prepara la comida tres días y ella dos.
“Al chiquito lo metí a la escuela (en línea) porque siento que estaba muy encerrado y desesperado. Gracias a Dios tenemos patio y los niños pueden estar jugando, y entre su papá y yo nos turnamos para cuidarlos”, agregó.
Sin embargo, en el día a día hay muchos momentos caóticos.
“A veces es muy feo, porque amo a mis hijos y me gusta mucho el trabajo, pero a veces sí es la locura. En la mañana acompaño a mi hijo en su clase de 9:30, por suerte a esa hora no tengo junta; después me apuro a sacar el trabajo y a las 12:00 lo acompaño en su siguiente clase, y luego otra vez mi trabajo, y también hay otra clase a la 1 de la tarde”, detalló Fernanda.
AL 30 POR CIENTO
Tania González, representante de la Asociación de Guarderías Privadas de la Ciudad de México, aseguró que las guarderías siempre se han caracterizado por ser centros en donde las medidas sanitarias son extremas, por lo tanto considera que el regreso a actividades no representa riesgo para los menores ni los cuidadores.
Todos los protocolos que manejamos de limpieza, de cuidado, exceden los ya solicitados por el gobierno, pero exceden por mucho: uso de cubrebocas, de careta por parte del personal adulto, que llega y se cambia completamente de uniforme, de zapatos; todos los pequeños tienen su distancia, tienen su propio material, su propia cama para dormir. Podemos realmente, por la situación en que trabajamos, evitar contacto”, aseguró.
La propuesta de la asociación es abrir las guarderías al 30 por ciento de su capacidad, por lo cual la atención se reduciría a unos 20 niños, en promedio, por cada estancia.
-Con información de Georgina Olson
LOS LLAMAN A ESPERAR
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pidió a las escuelas privadas esperar para reiniciar actividades.
Esto después de que la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP) consideró que es tiempo de que las clases presenciales se reanuden tras un año de cierre, ya que el modelo que el gobierno federal adoptó en la impartición de la educación a distancia por el covid-19, asegura, no ha dado resultados, lo que se observa con la alta deserción escolar.
“Entendemos la dificultad de las familias, pero pedirles, ya falta poco, ya está la vacuna, hay un proceso de vacunación, hay que tener un poco de paciencia para evitar enfermedad de maestros, maestras, padres, madres de familia. Entonces un poco de paciencia, esperar un poco”, expuso.
La mandataria capitalina recordó que ya está en proceso el Plan Nacional de Vacunación contra covid-19 y esto mejorará la situación con relación a la pandemia que desde el 23 de marzo del año pasado ha mantenido a la población en confinamiento.
“Somos empáticos ante esta situación, pero pedirles que nos ayuden a que evitemos contagios con un regreso a clases presencial, y pues estamos dispuestos ahí a tener pláticas; hasta el momento no nos las han solicitado al Gobierno de la Ciudad de México, pero estamos para poderlos ayudar”, sostuvo.
De acuerdo con el presidente de la ANEP, Alfredo Villar, el planteamiento de regreso a clases del organismo que encabeza es voluntario para las más de 48 mil escuelas particulares en todo el país, iniciativa a la que, dijo, ya se han sumado al menos 300 planteles privados, mediante un diálogo abierto entre escuelas, docentes y padres de familia. (iM-rrc)